Enviaste un email por equivocación ¿Qué hacer para reparar el error?
Enviaste un email que no debías enviar y ahora no sabes qué hacer para reparar el error. Te damos algunos consejos para poder salir del problema.
Uno de los momentos más dramáticos y llenos de adrenalina en la vida moderna es cuando después de apretar el botón “Enviar” te das cuenta de que el email tiene errores ortográficos, contiene información delicada que la persona a la que la enviaste no debía conocer y acabas de poner en aprietos a tu empresa.
Muchos hemos experimentado, alguna vez, los síntomas del envío de un envío de email incorrecto:
- Vértigo.
- Malestar en el estómago.
- Baja presión que se convierte en caras pálidas y manos sudorosas.
- Estado psicótico en el que pienses que todos te miran y te juzgan.
- Ataque de pánico.
- En casos especiales, se ha reportado la capacidad de ver nuestras vidas pasar frente a nuestros ojos.
¿Qué pasa después de experimentar todos, o algunos de los síntomas anteriores?, ¿Cuál es el siguiente paso para resolver este molesto, pero común problema?
Antes de que empieces a considerar abandonar la oficina a toda velocidad y reservar un boleto de avión hacia el triángulo de las bermudas para poder desaparecer sin dejar rastro, te invitamos a considerar aplicar algunas de estas acciones:
Mantén la calma
Sabemos que te mueres de ganas por encontrar al inventor de la máquina del tiempo, pero hay que aceptar que a estas alturas, el email ha llegado al destinatario (o destinatarios) y no hay vuelta atrás. Aceptar que metiste la pata te ayudará a mantener, medianamente, la calma para iniciar el proceso de control de daño.
Reconoce tu error
Reconocer nuestros errores es útil, sin importar la situación en la que se den. Admitir nuestra falta, informando a nuestros superiores, colaboradores, clientes o persona específica, nos convierte en profesionales preocupados e interesados que buscan trabajar de manera efectiva y siempre dando lo mejor de sí mismos.
Admitir haber cometido una equivocación tal vez no te ayudará a salir del problema, pero muy seguramente logrará aligerar el peso de la vergüenza, reducirá la incomodidad y en algunos casos, evitará alguna posible reprimenda por haber cometido este error tan típico de humanos en oficinas y empresas.
Pide disculpas a los involucrados
Tal vez vivas con la idea de que pedir disculpas es para los débiles, pero de vez en cuando una disculpa viene bien; especialmente en caso de metidas de pata relacionadas con el trabajo.
Dependiendo del error, puedes pedir disculpas directamente a tu jefe o colaboradores. En otros casos, si el envío fue masivo, no dudes en enviar un correo en el que te disculpes de manera breve y concisa. Incluso, si el email no contenía información muy delicada, puedes recurrir al humor para salirte con la tuya. Por supuesto, esto depende de las circunstancias. Admitir un error puede incluso ayudar a que tu marca o empresa se vea más humana y entable una relación más cercana con tus clientes.
Si el correo enviado contenía información muy delicada, entonces, el humor queda descartado y deberás usar un tono serio para explicar la situación.
Ya lo pasado, pasado
Una vez que has pedido disculpas a las partes involucradas, lo siguiente es: olvidarlo. Ya aceptaste tu error, ya pediste disculpas y ya estás listo para dejarlo atrás. No hay porqué pedir disculpas cada vez que alguien recuerde la situación. Así que respira profundamente y sigue con esa maravillosa estrategia de email marketing que hasta ahora habías desarrollado.
Asegúrate de que no vuelva a pasar
Aunque al final del día puedes haber salido ileso de este error, debes tener en cuenta que este tipo de faltas no deberían suceder. Es cierto, todos cometemos equivocaciones de vez en cuando, pero debemos tomar las medidas necesarias para que una falla esporádica no se convierta en una situación constante.
Desarrolla un sistema personal en el que tengas que revisar dos veces la información y el destinatario. Esto te ayudará a evitar o hacer más difícil el envío de un email indebido.
Ten por seguro que si tu carga de trabajo es alta, pronto estarás en peligro de enviar un email incorrecto, con la información incorrecta, a la persona incorrecta. Si por el contrario ya cometiste este error, entonces olvídate de huir y comienza a trabajar en el control de daños con estos sencillos pasos.
Los errores son humanos, pero depende de cada persona saber enfrentarlos de la manera correcta.