¿Sueñan los robots con quitarnos nuestro trabajo?
Conoce todo sobre el trabajo de los robots en el marketing y descubre si será posible que algún día los robots reemplacen a los humanos en esta área de trabajo.
Tal vez la humanidad aún se encuentra lejos de aplicar las pruebas Voight-Kampff para distinguir entre un androide y un ser humano, pero es un hecho que los robots están aquí desde hace ya un tiempo.
Para muchos, la presencia de los robots pasa desapercibida; sin embargo, ahora mismo un robot (mejor conocido como “araña”) logró que este artículo apareciera en tu página de resultados, y que por consecuencia, te encuentres leyéndonos. En otro sitio, un robot industrial trabaja muy cerca de ti ensamblando piezas, reemplazando materiales y atornillando una pieza en alguna fábrica automotriz.
Incluso puede ser que alguno de nosotros haya despertado esta mañana después de un alegre y suave silbido eléctrico proveniente de nuestro dispositivo móvil, el cual anunció que teníamos una nueva notificación de un email proveniente de un blog, sitio web o marca de la cual somos fans; y así sin saberlo, un robot que se dedica al marketing, perturbó nuestro sueño y nos llevó a tomar una acción.
Robots en el marketing: La razón por la que el Marketing automatizado existe
El uso de robots en el marketing no es algo nuevo, se ha desarrollado desde hace años y esto ha ayudado a automatizar, optimizar recursos y medir resultados de diversas tareas. Es precisamente de la programación de acciones que esto ha recibido el nombre de automatización de marketing.
Algunos ejemplos de estas tareas automatizadas a través de software son:
- Programación de envío de mails a clientes y prospectos.
- Segmentación de prospectos.
- Generación de workflows (flujos de trabajo).
- Monitoreo de acciones y publicaciones.
- Acciones efectivas para el cultivo de prospectos.
- Programación de mensajes y publicaciones en redes sociales y blogs.
Muchos softwares de automatización también nos permiten generar analíticas e informes, crear formularios para la captación de nuevos prospectos, gestionar y enriquecer nuestra base de datos.
Sin embargo, con los robots y la automatización, también llegaron algunos problemas:
- La creencia de que con la automatización es válida la promoción masiva de mensajes publicitarios que se convierten en prácticas de spam.
- Creer que la adquisición de un software de automatización nos traerá resultados per sé, olvidándonos de la estrategia y la planeación, lo cual debe ser trabajo humano.
Robots trabajando vs Humanos trabajando
La tecnología ha evolucionado con el objetivo de ayudar a los seres humanos a resolver tareas y necesidades específicas; los robots son parte de este objetivo y como tal, desde hace años nos permiten realizar tareas mecánicas de manera más efectiva, disminuyendo el margen de error.
En el caso del marketing automatizado, es muy común pensar que con la ayuda de un software mágico podremos resolver todos nuestros problemas, ganaremos más y mejores prospectos y podremos incrementar nuestras ventas y ganancias. Sin embargo, esto no siempre es así.
Hay que tener en cuenta que los robots son excelentes para la resolución de tareas mecánicas, pero son incapaces de generar estrategias pensadas y centradas alrededor del cliente (al menos por ahora). El robot llevará a cabo tareas específicas, pero dichas tareas deben ser asignadas por un ser humano y pensadas para ser recibidas por otro ser humano. Si lo anterior no existe, hay un riesgo muy grande de caer en el error de automatizar mensajes generales, llenos de mensajes inútiles y promoción sin propósito ni emoción. En otras palabras, corre el riesgo de volverse un kippel.
“Kippel son los objetos inútiles, las cartas de propaganda, las cajas de cerillas después de que se ha gastado la última, el envoltorio del periódico del día anterior. (…) Nadie puede vencer al kippel…” -
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
- Philip K. Dick
Una estrategia sin definir que no considera perfiles de comprador específicos, en donde jamás se tuvo en cuenta la ruta del comprador y con automatizaciones de marketing sin propósito, sólo puede definirse como Kippel, es decir, algo inútil, sin oficio ni beneficio, la nada.
Una estrategia exitosa debe ser creada para atraer, convertir, cerrar y deleitar a prospectos y clientes. Nunca hay que olvidar que nuestros clientes son personas y como tales, gustan de sentirse especiales… porque de hecho lo son. Sólo otro ser humano, que piensa y siente, puede ser capaz de crear una estrategia de inbound marketing efectiva para otro ser humano. Es aquí donde el robot jamás podrá reemplazar o quitarnos nuestro trabajo.
¿Cuál es el futuro del marketing automatizado?
Por ahora podemos decir que el romance entre robot y marketing apenas ha comenzado. Hace apenas un par de años los robots solo eran capaces del envío masivo de emails a partir de una base de datos general, que nosotros seleccionábamos.
Hoy por hoy, la automatización del marketing va más allá, permitiéndonos generar cadenas y mensajes para leads específicos, enviar contenidos con valor, teniendo en cuenta el momento del ciclo en el que un lead se encuentra e incluso tener conversaciones muy básicas de vez en cuando.
Tal vez muy pronto podremos llevar a cabo más y mejores acciones de marketing que nos permitan realizar una segmentación cada vez más específica y crear mensajes y contenidos cada vez más personalizados.
En un futuro, tal vez existan robots en el marketing que pretendan pasar por seres humanos, pero siempre será necesario el elemento humano para lograr que una estrategia de marketing emocione verdaderamente y conecte con otro ser humano.