Empresas después del coronavirus: cuatro oportunidades

Puede parecer apresurado hablar de un después de la tormenta cuando, en México y en Latinoamérica, pareciera que apenas comienza. Sin embargo, los profesionales y las empresas estamos obligados a pensar más allá del corto plazo para no sólo sobrevivir, sino encontrar oportunidades de mejorar al pasar esta crisis originada por el COVID-19.

Estas son las 4 oportunidades que considero más importantes a tomar en cuenta para cuando esta pandemia termine:

1. Re-definirá la cultura de nuestras empresas

Sin importar las políticas sanitarias, económicas o los comportamientos sociales de tu país, esta pandemia pasará. Pareciera un temblor, un huracán o un tsunami que dura meses pero, como sea, pasará.

Si estamos de acuerdo en la importancia de este inédito hecho global, entonces también debemos estar de acuerdo en que…

De la manera como nuestras empresas afronten esta pandemia, será parte de nuestra cultura organizacional para siempre. 

Nos definirá más allá de cualquier misión o visión que hoy se encuentre escrita en la pared. Lo que comuniquemos, hagamos o no hagamos… cómo resistamos el estrés, cómo nos apoyemos unos a otros, cómo afrontemos las ventas y las medidas que tomemos para sobrellevar esta emergencia, serán parte de nuestra historia. Una que todos recordarán para las futuras decisiones y generaciones de la compañía.

Así, la transparencia y la comunicación constante será clave para salir de esto juntos. Todos tendremos que ser más claros acerca del estado de la compañía, qué medidas precautorias estamos tomando y sí, ser abiertos acerca de las nuevas exigencias y sobre todo de los sacrificios posibles que esta situación externa nos demandará.

Las empresas y los profesionales que salgamos mejor de esto, lo haremos porque supimos cerrar filas entre colegas, clientes y aliados estratégicos. Porque compartimos la carga, porque fuimos empáticos, porque nos adaptamos rápido y porque trabajamos más fuerte que nunca.

La salud mental también será muy importante. Permitirnos mostrar vulnerabilidad ante nuevos retos y pedir ayuda, para recuperarnos lo más rápido posible. 

Debemos tener la esperanza de que las cosas no están tan mal y no dejar de pensar estratégicamente a pesar de la fortísima crisis sanitaria global, porque la economía también está muy enferma y debemos ayudar a los millones que dependen de ella.

¿Cómo responderemos las empresas ante todo esto? Tengamos hoy las herramientas o no, nuestra cultura empresarial llenará el vacío, para bien o para mal.

2. Cambiará nuestros comportamientos comerciales

La madurez de la economía digital en los países latinoamericanos avanzará, en tan sólo unos meses, el equivalente a varios años. Si estamos preparados, eso será muy bueno.

Más gente del mercado se hará preguntas que nunca se había hecho

(y muchos llegarán a respuestas diferentes al status quo)

• ¿Debo ir a la escuela para aprender o al trabajo para trabajar?
• ¿Debo acudir a una tienda de autoservicio para comprar en ella?
• ¿Puedo comprar productos directo de la fuente?
• ¿Debo ir a una mueblería para adquirir un mueble?
• ¿Debo ir al cine para ver un estreno?
• ¿Debo probarme la ropa antes de comprarla?
• ¿Es seguro comprar en línea?

Obviamente, mucha gente ya cuenta con comportamientos digitales para cada pregunta, pero esa cantidad de gente no es ni remotamente cercana al potencial de crecimiento que habrá después del COVID-19.

La fuerza laboral también se hará preguntas nuevas…

• ¿Debo reunirme siempre en persona con mis clientes o colegas?
• ¿Puedo hacer un proceso comercial completo, de principio a fin, sin contacto presencial? ¿Puedo generar suficiente confianza? ¿Qué tan alto puede ser el monto de mi venta por canales remotos?
• ¿Puedo vender una casa sin que el comprador la visite antes?
• ¿Puedo vender productos educativos antes de que visiten la escuela?
• ¿Qué prestaciones debo esperar como empleado cuando no hay oficina?
• ¿Tengo que trabajar en una empresa que está en mi ciudad?
• ¿Cómo confío en que mis subalternos están trabajando cuando no puedo verlos?

Así, la dinámica laboral se digitalizará más, incrementará la confianza en vías remotas y las posibilidades se harán más claras. 

Los negocios también cuestionarán su propia oferta

• ¿Podemos brindar servicio a domicilio, aunque no sea popular en nuestra ciudad para nuestra industria? (lavanderías, estéticas caninas, fruterías, talleres automotrices, etc)
• ¿Puedo expandir mi cobertura a través de una estrategia remota? (consultoría profesional o psicológica, talleres mediante webinars, entrenamiento físico y nutrición, etc)
• ¿Cómo nos aseguramos del bienestar y el desempeño de toda nuestra gente cuando no está con nosotros?
• ¿Tenemos una cultura digital fuerte para prospectar, vender y brindar soporte a nuestros clientes remotamente?
• ¿Necesitamos siquiera tener un negocio físico o de atención presencial al público?
• ¿Puedo competir nacional o internacionalmente por canales virtuales?
• ¿Podemos tener reuniones de consejo remotas?

Debe haber infinitas preguntas más. Por ello para muchos, la forma en la que hacemos negocios, va a cambiar para siempre después del COVID. Se requerirá tecnología, nuevas habilidades, apertura al cambio, creatividad y confianza.

El regreso de las empresas será, para muchas, como una experiencia cercana a la muerte. Habrá las que sobrevivan demasiado asustadas para intentar algo nuevo y las que estarán tan motivadas por el futuro, que intentarán lo que nunca antes se atrevieron. 

3. Nos ubicará en un nuevo normal

Por el otro lado, también habrá mercado, empresas y profesionales que después del encierro querrán regresar exclusivamente al contacto humano y tradicional, como si nada hubiera pasado. A pesar de que podrán hacerlo, toda su industria y sus consumidores sabrán que hay maneras diferentes de comprar y vender. Habrá competidores que lo capitalizarán y se volverán amenazas. Así uno no cambie, nada será igual. 

El mercado, las fuerzas de ventas, los profesionales, saldrán de esta pandemia con una madurez digital que tendrá más sentido para explorar nuevas opciones.

Estemos de acuerdo o no, la forma de hacer negocios no será la misma para muchísimas industrias. 

Crecimiento en total colaboración virtual, descentralización de grandes compañías tradicionales mediante estrategias remotas y comercialización de productos de alto valor con mucho menor o con nulo contacto presencial, por mencionar algunos ejemplos.

Independientemente de lo que pase, aunque tu empresa pase muy bien esta pandemia, debes prepararte para un nuevo normal.

4. Surgirán nuevos líderes en nuestras industrias

También, veremos cómo las empresas que ya eran más digitales, tendrán mayor oportunidad de expandirse. Es decir: es más probable que Airbnb resuelva mejor la manera de vender bienes raíces con una experiencia 100% digital, a que lo haga la más grande red internacional de brokers inmobiliarios de corte tradicional. Después de todo, Airbnb ha tenido la capacidad de convertir en brokers de renta a un sinnúmero de propietarios y property managers sin conocerlos a ellos o a sus inquilinos. 

Por último, es muy posible que haya buenas empresas conocidas localmente que, gracias a esta pandemia, saldrán de su zona de confort y serán más exitosas a niveles regionales o nacionales que los competidores digitales ya establecidos. 

Es decir, el status quo se podrá quebrar por ambos lados. Empresas digitales que se ganen el mercado offline o empresas offline que se transformen y también dominen el mercado online.

En muchos sentidos, lo que está ocurriendo ahora es como un juego de Jenga. Existen piezas que ahora están arriba pero, después de que todo se caiga y la torre vuelva a armarse, no sabemos en dónde quedarán. 

Si bien es la peor época que en la historia reciente en términos de salud pública y estabilidad económica, la magnitud de este problema también refleja la magnitud de nuestras oportunidades.

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